En la Semana Internacional del Acceso Abierto 2025 compartimos con ustedes la reflexión que nos hizo llegar el colega Adrián Méndez, como parte de las conclusiones que dejó la 25.a Jornada de Bibliotecas Universitarias en la 56.a Reunión Nacional de Bibliotecarias y Bibliotecarios.
El Acceso Abierto se presenta como una respuesta urgente y necesaria ante la pregunta central de este año: ¿Quién posee nuestro conocimiento? Hoy en día, el conocimiento que se genera debe ser un bien común, resguardado y compartido por la sociedad en su conjunto, y no un patrimonio controlado por intereses corporativos o restringido por barreras económicas injustas.
En Argentina los Repositorios Institucionales asumen un rol crucial en la democratización de la información. Los Repositorios garantizan que la producción científica, académica y cultural de las universidades y centros de investigación se mantenga accesible para toda la sociedad, eliminando muros de pago y promoviendo la libre circulación del conocimiento. Sin embargo, la posesión y el control del conocimiento sigue siendo una tensión vigente: grandes editoriales internacionales continúan ofreciendo fuerte resistencia al movimiento de Acceso Abierto, presionando para retener derechos y beneficios sobre publicaciones financiadas con fondos públicos.
Esta realidad plantea varios desafíos para los repositorios. Por un lado, se debe trabajar para asegurar la soberanía, integridad y visibilidad de las producciones locales, desarrollando infraestructuras robustas que resguarden los materiales y garanticen su preservación a largo plazo. Por otro lado, enfrentan el reto de concientizar a la comunidad académica sobre la importancia de depositar y compartir sus trabajos en Acceso Abierto, en un contexto donde aún persisten dudas sobre derechos de autor, el impacto y la calidad académica.
El Acceso Abierto es una condición ineludible para avanzar hacia una sociedad más justa, informada y equitativa. Exigir que el conocimiento generado desde lo público retorne y circule abiertamente en la sociedad es también exigir autonomía científica, desarrollo nacional y respeto a la pluralidad de voces. El interrogante «¿Quién posee nuestro conocimiento?» nos conduce necesariamente a reclamarlo como propio, asegurando que los Repositorios Institucionales de Argentina sean garantes activos de ese derecho fundamental.
Adrián Méndez (*)
(*) Coordinador de la Biblioteca Digital de la Universidad Nacional de Cuyo UNCUYO (Mendoza)